Es ese breve momento
Cuando la noche envejece
Pero el alba está aún distante
Llega la hora insomne
Pleno reina el silencio
En la fría calma nocturna
El tiempo se congela
Las horas se adormecen
La negrura me arropa
Y las sombras guardan mi vigilia
Me abandono a mí mismo
En un efímero trance
El mundo se desvanece
Para que yo pueda soñar
(despierto)
De repente un sobresalto
Me asalta al presentir la aurora
Y desde el último rincón de noche
Maldigo el amanecer
Esta ciudad indiferente
Tan despiadada y cruel
Me ha vuelto un tanto gris
Como si el asfalto que piso
Petrificara mis células
Soy otra estatua viviente
Vagando por las calles
Bajo el inclemente sol las estatuas no sudan
Estarás aún dormida
Mientras repaso mentalmente
Borrosos recuerdos nocturnos
Tratando de llenar los vacíos
Fumo un poco, me recuesto
Aplico sal a mis heridas
Y entonces, devotamente
Me dedico a extrañarte
A embriagarme en tu ausencia
Evoco tu virginal belleza
Tu cuerpo de ángel caído
Tu olor a rosas y sexo
Gemidos, humedad, espasmos
Devoro tu piel, bebo tu néctar
Comulgamos en carnales liturgias
Recreo en mi memoria
Nuestros festines de amor y sudor
Me abandono a mis recuerdos
Para poder sobrevivir
Otro día sin ti
