Tras la
mirada rota
Habita un
gusano.
Aquí yace
La mínima
expresión
De un
hombre.
Un fantasma
descarnado
Hecho de espanto
Bautizado en
soledad
Ungido en ruinas
El decadente
hedor de un alma anciana
Ahogada en
atávicos clichés
Envenenado
de rabia y egoísmo
Rumiando su ostracismo
Sin final
Y en mis
noches más oscuras
Desde el
negro espejo
Sus ojos
Tristemente suplican
Martes,
11 de octubre de 2016 18:20:41 R1. 20:30:03